Modalidades de ambientación
Ambientación musical
Ambientación musical es el acto de elegir estéticamente la música apropiada a cada escena o secuencia que lo precise, considerando la unidad de conjunto y la sutileza particular en cada caso.
Un ejemplo lo tenemos con el aria ‘Ebben? Ne andrò lontana’ de la ópera La Wally (Catalani 1892), cuya letra no habla para nada de amor, pero cuya delicada y sentimental melodía parece inmediatamente asociarse al enamoramiento.
Otro ejemplo lo tenemos en la serie danesa Borgen, que no suele utilizar este recurso de música diegética con tratamiento extradiegético.
También es propio de ambientación musical la elección de música para otras ilustraciones: Sintonías, ráfagas, cortinillas, etc. La elección se efectúa sobre las disponibilidades de música y efectos sonoros grabados, sea en disco, cinta magnetofónica o cualquier otro formato-de audio- reproducible que reúna las condiciones de calidad exigidas (DAT, disco Compacto Digital, etc.)
Ambientación sonora Con esta denominación se abarcan las funciones de ambientación musical y montaje musical, incluidos los efectos de sonido que cumplan una función artístico-creativa, los que llamaremos subjetivos, no sincrónicos. Los efectos de sonidos reales -objetivos y sincrónicos- corresponden a otro campo de trabajo con la denominación “efectos especiales” y “efectos de sala”.