Color y timbre
El color de una secuencia usado como expresión gráfica tiene su correspondencia con la expresividad psicológica del timbre de los instrumentos musicales. Esta aseveración puede ilustrarse considerando de forma empírica la analogía entre diversos timbres y los colores del espectro visual. Así, puede decirse que la brillantez del grupo de metal y del grupo de cuerda puede sugerir un timbre caliente y agresivo como el color rojo. Instrumentos del grupo de madera, especialmente de la flauta, un timbre frío y distante como el color azul. Tomando estas referencias, no como papel decisivo en la labor creativa sino de forma ocasional, suplementaria, podemos ilustrar imágenes donde el color visual sea utilizado como expresión gráfica.
Existe una relación concreta en la práctica audiovisual entre color de imagen y tipo de música, y en el artículo “Las Asociaciones entre Música y Color: Un Estudio Perceptivo Preliminar.” se estudia detenidamente las asociaciones abstractas entre música y color (Payri 2013).
En una escena con carga simbólica, el personaje de Sozaburo aparece con tres colores diferentes que el compositor Ryûichi Sakamoto representa musicalmente (con sonidos armónicos o inarmónicos, agudos o medios):
Aunque Hitchcock concibió la escena original sin música, el compositor Bernard Hermann insistió en introducir el sonido de unos violines chirriantes, para intensificar las imágenes. Hoy en día, la melodía de los violines durante la escena de la ducha es uno de los detalles más recordados de esta cinta.