El silencio
Todo aquello que no tenga una traducción sonora no ocupa un espacio en la realidad, no es signo que sustituya a una determinada realidad. Ahora bien, la palabra no tendría significado si no pudiera ser expresada en medio de los silencios que la individualizan (silencio / palabra / silencio / palabra). El sonido y el silencio son independientes en el lenguaje verbal. El silencio verbal participa de un sistema semiótico. El silencio es una forma no sonora y se transforma en un signo.
El silencio delimita núcleos narrativos, constituye un movimiento afectivo: “El silencio es la lengua de todas las fuertes pasiones: amor, cólera, sorpresa y miedo" dice T. Bruneau.
Asimismo, muchas veces el silencio es percibido como un ruido en la comunicación porque no forma parte del sistema expresivo común. Los oyentes pueden no comprender la integración del silencio en el lenguaje sonoro, porque no están familiarizados con sus códigos y porque los hábitos culturales de la sociedad audiovisual tienden a negar al silencio un valor comunicativo importante. Asimismo, este elemento del lenguaje sonoro es básico y fundamental porque sin él la construcción del sentido sería prácticamente imposible. El silencio bien utilizado puede cargar de dramatismo o suspenso a ciertas escenas.
Fuente: PROVENSAL, Analía. "El sonido en una producción multimedia" La trama de la comunicación. Vol.9. Rosario, Argentina. UNR editora 2004