Conectar
Las transformaciones que experimentan las prácticas de la lectura y la escritura, los cambios que se producen en el acceso a los textos e informaciones y en las propias mutaciones de los materiales y recursos de lectura, hacen necesario que debamos tener en cuenta las claves para la selección de estos recursos: qué mirar para analizar, cómo valorar dichos materiales y recomendaciones de lectura.
Entender el contexto en el que se desenvuelve el lector infantil y juvenil actual resulta imprescindible para trabajar la lectura desde sus distintas perspectivas. Proponemos esta especie de retrato robot como punto de partida:
Lectores conectados: Mayor socialización de la lectura, propiciada por las TIC y las redes sociales.
Lectores interactivos: Mayor relación entre los lectores y con los autores; también con los textos.
Lectores multimedia: Mayor oferta de contenidos con distintos formatos integrados.
Lectores sin brújula: Falta de referencia clara a jerarquías en cuanto a la calidad de las fuentes de información.
Lectores sin privacidad: Control de búsquedas en catálogos, horas de lectura, geolocalización... a través de las plataformas de distribución de contenidos.
Lectores masivos Intendificación de la frecuencia y del tiempo de dedicación a la lectura, gracias a los dispositivos electrónicos.