La música
Posee valores múltiples en la producción radiofónica: sitúa en el tiempo y en el espacio, engendra climas emocionales, enfatiza el realismo de ciertos episodios y en fin, hace las veces del telón en el teatro y de los fundidos y disolvencias en el cine. En otras palabras, la música cumple varias funciones en el mensaje sonoro de ficción:
Función descriptiva. La música evoca tiempos y lugares, nos remite a periodos históricos precisos: un vals nos instala en el Porfiriato; un corrido villista, en la Revolución mexicana; el Rock de la cárcel” interpretado por Elvis, en las postrimerías de los años cincuenta. Determinados aires musicales definen espacios sociales y culturales: la música tzotzil nos conduce a los altos de Chiapas; un danzón, al zócalo del puerto de Veracruz.
Función expresiva. La música configura diversos climas emocionales, puede ser melancólica, vivaz, misterios, épica.
Función ambiental. Es la música que se ejecuta dentro de una escena: la banda que ameniza un acto político, la orquesta que acompaña una boda, la música que siempre se escucha a la distancia de una feria.
Función gramatical. Se trata de fragmentos musicales que separan una escena de otra, y por tanto, un espacio de otro o un tiempo de otro. En el vocabulario radiofónico tales separaciones son la ráfaga (fragmento brevísimo que señala una corta transición del tiempo), el puente (pasaje que indica una transición más larga) y la cortina (pasaje que separa escenas o bloques).
Fuente: Didáctica de los medios de comunicación. (Paquete didáctico). México, SEP, 1998