Deporte
El niño que tiene asma puede hacer deporte de forma habitual y no debe ser motivo para no practicarlo, incluso deporte de competición.
El mejor deporte es el que más le guste al niño asmático,con algunas precauciones, para lo que es necesario mantener un buen control del asma diariamente y saber reconocer los síntomas del asma precozmente para evitar el desarrollo de una crisis de asma; si ésta se desencadenara habría que tratarla rápidamente y no realizar actividad física deportiva hasta su recuperación.
El alumno con asma tiene que aprender a respirar, saber qué tipos de ejercicio le son más beneficiosos, cómo y cuándo realizarlos
Lee detenidamente estos consejos:
- Realizar un calentamiento adecuado previo al ejercicio, empezando suave, de forma progresiva y aeróbica, hasta alcanzar una actividad de intensidad baja o media en 10-15 minutos.
- No se recomiendan los ejercicios anaerobios de alta intensidad
- Recuerda que tienes que dejarle descansar si te lo pide por la presencia de algún síntoma (evita que te engañe si no quiere hacer deporte)
- Ayúdale a saber relajarse, como hace todo deportista
- Además no es bueno que pare de repente, sino mejor de una forma progresiva
- Respirar por la nariz
- Adaptarse de forma paulatina, y así poder reconocer qué síntomas son los propios del asma y cuáles los del cansancio físico intenso
- Tomar la medicación que esté indicada antes de realizar ejercicio y cuando haya recomendado su médico
- Si desea hacer un deporte de competición, infórmate bien sobre la legislación actualizada en el tema del dopaje, por la medicación que utiliza el niño asmático.
- Llevar siempre el broncodilatador en la mochila o bolsa de deporte.