Cuándo y cómo se trabaja en el aula
Una vez establecidos los tipos de atención, debemos conocer con qué tipos de actividades podemos trabajar cada uno de ellos en el contexto de aula. Es más, teniendo en cuenta su desarrollo evolutivo, deberemos plantearnos las demandas atencionales que hagamos a nuestros alumnos, ya que, por ejemplo, no podemos esperar los mismos niveles de atención sostenida en todas las etapas educativas.
Independientemente del tipo de atención que queramos trabajar, existen unas pautas generales que favorecerán el desarrollo atencional de nuestros alumnos:
Ser realista en cuanto a la capacidad de nuestros alumnos.
Tener en cuenta el tiempo que podemos utilizar en función de la edad de los alumnos.
Tratar de reducir aquellos estímulos que puedan actuar como distractores.
Reforzar los progresos.
En cuanto a los tipos de atención vistos anteriormente, debemos trabajar de manera progresiva, es decir, será fundamental desarrollar habilidades de atención selectiva y sostenida desde educación infantil para favorecer su posterior desarrollo. Sin embargo, las actividades relacionadas con la atención dividida se desarrollarán posteriormente, pudiendo trabajarlas hasta el final de la adolescencia.
Tareas de atención selectiva
Permitirán la identificación y discriminación de las características relevantes de aquello que perciben a través de los sentidos. Algunos tipos de tareas que se pueden utilizar son:
Asociación visual de objetos.
Percepción de diferencias.
Identificación de errores.
Localización rápida de datos.
Discriminación de elementos sonoros.
Tareas de atención sostenida
Necesarias para poder llevar a cabo actividades con cierto grado de continuidad. Es necesario establecer ciertas rutinas y realizar parones o cambios de ritmo en función de la edad de nuestros alumnos. Algunas actividades que favorecen el desarrollo de la atención sostenida son:
Copia de textos o dibujos.
Corrección de tareas entre compañeros.
Seguimiento auditivo de cuentos.
Lectura colectiva.
Realización de trabajos manuales.
Tareas de atención dividida
Tal y como hemos visto, la atención dividida requiere un nivel de procesamiento cognitivo mayor para poder distribuir los recursos atencionales entre más de una tarea. Algunas actividades que favorecen el desarrollo de la atención dividida son:
Instrucciones escritas o habladas para realizar algo al mismo tiempo.
Explica lo que estás haciendo mientras lo haces.
Compara la información auditiva con la visual para encontrar errores.