Los valores que revela el color
De hecho, los colores de las frutas y las verduras nos pueden ayudar a comer sano, pues nos revelan importantes valores. Por ejemplo, el verde de las ensaladas es bueno para los huesos y los dientes y, en general, para que el cuerpo se defienda mejor de las enfermedades; y el naranja de la zanahoria y el melocotón, excelente para la vista y la piel. El blanco de, entre otros, la cebolla, el ajo, el nabo, el champiñón o el melón, es bueno para el corazón, mientras que el rojo de las cerezas, las fresas, la sandía, la granada o el tomate es también bueno para el corazón y para defenderse de las enfermedades. Finalmente, el morado de las uvas, las ciruelas, las berenjenas o la lombarda favorece tanto al cerebro como al corazón.
Y tan importante como el color es la textura de los alimentos, propiedad sensorial de todas las materias primas que es detectada por los sentidos del tacto, la vista y el oído y se manifiesta cuando el alimento sufre unas deformaciones.
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