En comunidad
La sociedad actual es la sociedad de la información y la comunicación. Por lo general, sus miembros tienden a mostrar, a compartir, a comunicar lo que les gusta, lo que hacen, en lo que destacan, lo que piensan, lo que desean,... y en gran medida, se hace a través de las redes sociales (omo ya hemos comentado, esto tienen un componente que hemos de cuidar y no perder de vista como es el cuidado de la privacidad y de la identidad con medidas de seguridad como las que hemos ido viendo). Pero es una sociedad, que además de dar, demanda información: quiere conocer de primera mano qué ocurre y por qué.
La escuela y el resto de instituciones educativas, como elementos sociales que son, han de compartir esta característica y al mismo tiempo, dar respuesta a ella, es decir, deben estar en contacto no sólo con los alumnos y familias de la forma en que se ha venido haciendo durante el s. XX, sino intercambiar información de forma fluida con ellos y el resto de la comunidad educativa a través de nuevas vías que están a su alcance.
Hace unas décadas lo que ocurría en los centros escolares solía tener poca publicidad fuera de ellos, en la última década, todos los centros escolares se han ido adaptando a las nuevas situaciones provocadas por el desarrollo de Internet y han ido abriendose a sus comunidades educativas a través de páginas web (y más adelante blogs) en los que se definían, compartían las actividades que realizaban, informaban de trámites, mostraban cómo se organizaban los recursos y los espacios, etc. En la actualidad, muchas de ellas (quizás de una forma más tímida) están comenzando también a posicionarse en las redes sociales a través, sobre todo, de las más populares: Facebook y Twitter para informar e informarse de lo que ocurre en su ámbito educativo.
Las redes sociales proporcionan inmediatez, se puede informar en tiempo real, y la información llega a las personas que siguen a los centros dentro de la red sin que tengan que buscarla, simplemente les aparece en su muro o su timeline. Por supuesto, las redes específicas de educación, de padres o de alumnos, como veremos, permiten además que llegue información más específica y privada.
Tal como apunta Juan José Haro "(...) los centros educativos deben ser conscientes de que el modo de ser y la forma de actuar de la sociedad actual ha variado y aquellos que no entren de forma plena en la web social no pueden ser vistos más que con reticencias. Los centros autistas e introspectivos, en términos sociales, no tienen cabida en la sociedad actual" (artículo "La necesidad de la red social en los centros educativos" en Wikisaber).
Lo más importante como institución, es valorar qué contenidos son susceptibles o no de ser publicados y dónde, respetando siempre todo lo legalmente establecido respecto a protección de datos, privacidad y permisos para el uso de imágenes, sobre todo cuando hablamos de menores.