TRES MOMENTOS PARA TENER EN CUENTA AL RECEPTOR

1 Antes de la charla

Debemos conocer las características del auditorio, lo que G. Álvarez (2012) denomina el “ADN” de la audiencia (actitudes, demografía y necesidades) para poder adaptar a ellas tanto el contenido como la forma de nuestro mensaje:

  • Motivo por el que asisten a la sesión.
  • Conocimientos previos sobre el tema.
  • Nº de asistentes.
  • Expectativas, necesidades formativas.
  • Homogeneidad ¿hay algún experto en el grupo? ¿todos los asistentes son docentes?

No es recomendable hablar sin conocer los intereses o expectativas del auditorio y, si tenemos dudas, tendremos un doble trabajo: crear las expectativas y generar las preguntas que van a ser respondidas con nuestra intervención, además del “agua” deberemos dar la “sed”.

Puedes ampliar esta información en la web de G. Álvarez, El arte de presentar:

https://www.elartedepresentar.com/2010/05/8-preguntas-sobre-la-audiencia-que-debes-responder-antes-de-una-presentacion/

https://www.elartedepresentar.com/2011/09/conoce-a-la-audiencia-de-tus-presentaciones-con-un-mapa-de-empatia/

2 Durante la charla

Debemos prestar atención a las reacciones del auditorio desde el inicio hasta el final de la ponencia.

Así soluciona Angie Rosales el cansancio que detecta en su auditorio tras una jornada de charlas TEDx (0 min 10 seg ) arriesgado, ovacionado y, como se verá, en el desarrollo de la charla, en total conexión con la personalidad de la oradora.

Escuchar forma parte del saber hablar, hay que comprobar que el interés se mantiene y que se generara un ambiente de mutua empatía.

Para ello, nos valdremos de dos tipos de escucha que son herramientas imprescindibles de todo buen comunicador:

  • Escucha activa
  • Escucha empática

Ésta nos darán información sobre el “paisaje emocional y atencional” en el que se está desarrollando la charla y nos permitirá realizar ajustes.

Una charla, como ya se ha adelantado, es un viaje en el que guiamos y acompañamos a los asistentes. Debemos estar atentos durante todo el camino para que el grupo llegue al destino cognitivo y emocional que nos hemos propuesto.

Como en una excursión, debemos tener previstos los incidentes (cansancio en los asistentes, actitud pasiva, hostilidad abierta a las nuevas ideas…) teniendo clara la importante diferencia entre “anticipar” incidencias en el viaje y prejuzgar a los asistentes.

Como buenos guías tendremos previsto:

  • Etapas del viaje
  • Momentos de descanso
  • Objetivo del viaje explícito durante el trayecto y disfrute del camino

La escucha activa y empática es hacer el esfuerzo por captar lo que el interlocutor piensa y siente; ponernos en su lugar intelectual y emocionalmente. No es solo cuestión de técnica, también una actitud. Para ello, es necesario atender y saber interpretar tanto el lenguaje verbal como el no verbal.

Algunas pautas recomendadas son:

  • Liberar la mente de prejuicios, preocupaciones, piensa en el auditorio no en tu mensaje.
  • Escuchar sin juzgar, acepta a la otra persona.

  • Cuidar/atender/valorar el lenguaje no verbal (propio y del interlocutor) ya que refleja las emociones y el lenguaje interior.

  • Imitar los gestos y expresiones faciales (pon las neuronas espejo a trabajar).

  • Dejar claro a los asistentes que les comprendes, que aceptas sus ideas y sentimientos aún cuando puedas no compartirlos.

  • Repetir o mejor aún, reformula el mensaje que recibes del otro, evita errores y malentendidos.
  • Evitar en lo posible interrumpir o anticipar las conclusiones.
  • Preguntar, solicita la información que precises para poder ajustar tu mensaje.
  • Destacar los puntos en común.

En una ponencia se debe gestionar esta escucha entendiendo que no se interviene en una relación interpersonal de tú a tú, se trata de una intervención a un grupo por lo que en caso de personas que monopolizan la atención del orador en cuestiones que no aportan al grupo, se debe actuar con asertividad y permitir que el interés de la mayoría prevalezca. Cada persona ha asistido con sus propias motivaciones y circunstancias, sin embargo el auditorio es un conjunto de inteligencias asociadas que debes atender tanto en el plano individual como en el colectivo. No es una simple suma de sus inteligencias; es una combinación de ellas. La psique colectiva adquiere personalidad propia, distinta de los elementos que la integran. El colectivo unifica tendencias individuales y unifica el resultado (la risa, por ejemplo, se contagia)” M. Suñer (2008).

Puedes ampliar información sobre en la web de Santiago Moll, Justifica tu respuesta:

http://justificaturespuesta.com/5-maneras-de-escuchar-a-tus-alumnos-que-es-la-escucha-empatica/

http://justificaturespuesta.com/escucha-activa-que-necesitas-para-ser-un-buen-oyente/

“Si ves que ellos mueven los traseros en los bancos, es que tú no estás moviendo los corazones” 
(S. XVIII) citado por J. A. Vallejo Nájera en Aprender a hablar en público hoy (1994)

3 Después de la charla

Después de la charla:

Demuestra a tus interlocutores que te importan, solicita feedback de tu charla, haz saber que su opinión te interesa.

Además te proporcionará una información valiosa que te ayudará a mejorar.

Transcurridos unos días desde la charla, solicita información a través de un breve cuestionario remitido por correo electrónico. Los ítems habituales son:

  • Se han cumplido las expectativas de los asistentes.
  • Grado de dominio sobre el tema.
  • Las explicaciones han sido claras y adecuadas.
  • Se ha propiciado la participación de los asistentes.
  • Se han presentado ejemplos que evidencian la puesta en práctica de la teoría expuesta.
  • Describe con tres adjetivos la sensación con la que saliste de la sesión.

Aquí tienes un ejemplo del formulario utilizado para valorar una ponencia.

results matching ""

    No results matching ""