Documentos y subdocumentos
En un proceso de elaboración colectiva de un documento, es posible que varias personas trabajen simultáneamente en distintas partes del mismo mediante la creación de subdocumentos. En este caso no hablamos de una cadena de trabajo en el que cada participante hace modificaciones y pasa el documento al siguiente, como vimos en el control de cambios, sino que se trata de trabajar todos simultáneamente en el mismo documento. Cuando el trabajo en un subdocumento ha finalizado, es posible abrir éste dentro del documento maestro, incorporando su contenido.
En los dos videotutoriales siguientes te explican cómo crear y trabajar con documentos y subdocumentos.
Si con el videotutorial te ha quedado todavía alguna duda, puedes acceder a los siguientes enlaces:
- Documentos maestros con Word (aunque la explicación es de la versión 2013, no hay ningún problema, ya que no varía con la versión 2007).
- Documentos maestros con OpenOffice Writer.
Caso práctico
Vas a hacer un simulacro de trabajo colectivo, aunque tú vas a ser todos los miembros del grupo. Supón que, entre tres personas estáis elaborando un documento para presentar al resto del profesorado, en el que exponéis algunos planteamientos iniciales para hacer la página web de vuestro centro. No tenéis mucho tiempo para trabajar juntos, por lo que, en la primera reunión decidís que tú vas a hacer un documento base (el documento maestro) con lo que habéis hablado en la primera reunión que, después pasarás al resto, por partes, para que cada uno complete uno de los apartados. Finalmente serás tú quien vuelva a recoger esas aportaciones para reinsertarlas al documento principal.
Vas a crear tres documentos diferentes que contendrán la siguiente información:
¿Para qué?
Una experiencia que se está generalizando de forma progresiva en nuestros centros es la tener una páginas web en la que reflejar la infinidad de cosas que nos ocupan y preocupan desde todos los ámbitos, o al menos así debería ser. Una de las cosas en que más tendríamos que pensar es en su carácter de “servicio”. No es fácil conseguir en un centro, en el momento actual, que la página de Internet esté actualizada ya que requiere la atención y el tiempo de una persona y eso es muy complicado en la situación actual en la mayoría de los centros. Pero poco a poco veremos como esa necesidad se va imponiendo y habrá que hacerle frente. Una páginas web de un centro educativo debería ser ante todo y sobre todo soporte de comunicación y participación de todos los ámbitos de la comunidad educativa. En ella por tanto tendrían que tener hueco las aportaciones de los alumnos, los padres y los profesores, además de los contenidos propiamente didácticos.
La comunidad educativa
No tardaremos mucho en comprobar como la página web es reclamada por la comunidad educativa en su conjunto como un servicio necesario y al que poder acudir a consultar cosas como el horario de dirección o de atención del APA, las fechas de los exámenes y muchos más contenidos y más concretos quizá. Por ejemplo, se puede estimular la creación y mantenimiento de un servicio de información para profesores y alumnos que contenga referencias sobre artículos, libros, cursos, conferencias, programas informáticos, etc.
El contenido de las páginas elaboradas es algo que por definición del medio es cambiante, pero presenta unas ciertas tendencias y responde a un tipo de intereses. La mayoría de ellas se destinan a ofrecer a la comunidad una imagen del centro aportando informaciones de todo tipo sobre los medios, instalaciones, equipamiento, actividades, equipo directivo, docentes, etc. En no pocos casos se especifica incluso el Proyecto Educativo del Centro, lo cual puede ofrecer una más clara imagen de los planteamientos que sustentan la labor educativa. Es mucho más raro encontrar referencias al proyecto Curricular, lo cual sería, bien es cierto, muy prolijo. Y lo mismo sucede con el Reglamento de Régimen Interno.
Contenidos
Los contenidos más diversos y en realidad los más atractivos de los diferentes centros son aquellos que hacen referencia a sus actividades, tanto dentro como fuera del aula y a las aportaciones de los alumnos. En bastantes casos se puede encontrar buenos materiales curriculares elaborados por los alumnos y por los profesores, que permiten su uso para la propia labor educativa. Claro está que ese material está de paso en la Web y al cabo de un cierto tiempo va a ser sustituido por otro por lo que conviene rescatarlo si se quiere usar con posterioridad. Las excursiones, viajes o visitas realizadas, también ocupan un lugar importante y aportan gran cantidad de ideas para posibles actividades. Lo habitual es que exista algún comentario de los alumnos explicando en qué ha consistido la actividad y lo bien que se lo han pasado.
De estos tres documentos vas a crear un documento maestro.
Una vez que hayas finalizado el ejercicio, lo que has conseguido es tener cuatro documentos diferentes, los tres anteriores y el documento maestro. Prueba a realizar modificaciones sobre alguno de los documentos, y verás como se trasladas al maestro.
Si trabajas con Word, conseguirás un resultado como el que puedes ver en la siguiente imagen.
Si estás trabajando en OpenOffice Writer, tendrás un resultado similar al que se muestra en la siguiente imagen.